Que a tu lado no hay cielo que valga.
Que no conozco a otro infierno que tu ausencia.
No hacen falta amaneceres teniendo tu risa,
ni más lunas que esas ganas de comerte a todas horas.
Te he visto competir con las estrellas.
Hasta el infinito te tiene envidia por ser el centro de mi universo;
Creo que no hace falta que te diga que alimento mi cerebro
a todas horas contigo.
Me apostaría un beso, a que sí es tuyo,
voy a querer otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario