Una mente enfadada, es una mente ofuscada.
Cuando te enfadas, sólo piensas en lo
que puedes hacerle a alguien; no en lo
que te puede pasar.
La rabia no es buena.
Te hace creer que te estás esforzando más,
pero, en realidad,
estás agotando tu mente y, cuando
tu mente se apaga, el cuerpo lo sigue.
El verdadero reto es calmar tu mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario